
Está fue mi segunda visita a Venezia, pero en este caso con mi compañera de periplos Gabi. Llegamos en un viaje en tren de 4 horas desde Milano a la estación de Santa Lucia y comenzamos nuestro recorrido, el cual se puede hacer solo de dos maneras: a pie o en barcos de transporte público. Nos decidimos por ir a pie y sin mapa de la ciudad para así poder perdernos y de disfrutar de imagénes que no aparecen en las guías turísticas. Caminamos por sus estrechas calles y pintorescos canales hasta encontrarnos con el mercado de Venezia al lado de Il Gran Canale, por cuya orilla se pueden observar joyas de la arquitectura como el Ca´D´Oro. Luego decidimos cruzar el Ponte di Rio Rialto (atestado de turistas), para dirigirnos hacia la Piazza San Marco, donde puende ser apreciadas la Basílica de San Marcos, el Campanile, el Palazzo Ducale y EL Ponte dei Sospiri. Desde aquí teniamos una vista de San Giorgio Maggiore y de un cartel inmenso de Roger Federer (la globalización no entiende de fronteras o límites).
Durante todo el día estuvimos recorriendo la ciudad, encontrándonos con tiendas de joyas, de cristales venezianos, tiendas de máscaras del carnaval de Venezia y restaurantes.
Lastimosamente Venezia se encuentra casi todo el año abrumada de turistas, lo que causa los altos precios que tiene todo allí ( Venezia posee el metro cuadrado mas caro del mundo) y que hace difícil encontrar un lugar autóctono.
No debe faltar comerse un helado italiano ( los mejores del mundo) y algo de vino espumante (llevar botella para que la llenen) y advierto no comer en los restaurantes cercanos a la estación de trenes de Santa Lucia que son caros y malos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario